Las herramientas, procesos de registro visual y conceptual, instrumentos y mecanismos de creación que viene empleando Natalia Puyol, prácticamente desde los propios inicios de su actividad artística, vienen signados y definidos por una amplia variedad y por una evidente multidisciplinariedad, que le han permitido recurrir a diferentes lenguajes expresivos y visuales.
Entre estos elementos, podemos enumerar el uso del texto y la palabra, la fotografía, el vídeo, las acciones y eventos, así como las plurales potencias de interactuación y diálogo espectador-creador que se generan con el empleo de los nuevos procesos tecnológicos.
El humor negro y blanco, con su toque crítico y morboso, caractiza el trabajo de la artista.
El trabajo de Natalia Puyol quiere llamar la atención sobre el tema más antiguo de la humanidad, el poder y la tiranía de los hombres.
En todas sus obras evita ser una artista como producto que responde a un mercado de necesidades creadas, con valores estéticos que obedecen más a cánones publicitarios que artísticos.